viernes, 26 de diciembre de 2008

La pecera

Hay unos peces de acuario que crecen en función del tamaño de la pecera. Así, si les depositan en una pecera pequeña, de esas de cristal redondas que se colocan encima del televisor, los peces serán pequeños y mirarán al mundo grande de fuera deformado por la lente, abriendo y cerrando la boca sin llegar a comprenderlo del todo.

Por el contrario si se colocan en una pecera muy grande, entonces crecen y desarrollan aletas como alas, vaporosas y sutiles, de colores vivos que parecen mariposas de seda flotando y moviéndose a ritmos de brisas suaves y caprichosas. Entonces no miran hacia fuera porque su mundo es grande y tienen muchas cosas que explorar en su pecera.

Digo yo que los hombres también crecen más o menos según el tamaño de su pecera. El portero de una finca que frecuento tiene su mundo reducido al portal. Es un portal magnífico, con bronces, frisos y cornucopias, ascensores de hierro y caoba, señoras importantes, despachos y escalera de servicio. El mármol del suelo está siempre impoluto, los cristales claros y no se ven huellas en los bronces. Si vas temprano por la mañana, allí está el portero, embutido en un mono azul barriendo la acera, lustrando el metal o repasando el felpudo. A mediodía ya se ha cambiado y viste su uniforme de traje gris con pespuntes dorados en las mangas, corbata negra. Por la noche, lee su periódico con poca luz en su pupitre del chiscón y cuando los oficinistas se han ido de los despachos, cierra las contraventanas, apaga las luces y cierra con llave las oficinas.

Y así un día tras otro, jornadas largas de siete a diez. Incontables horas en las que el horizonte acaba en la esquina de enfrente, la luz del sol se apaga rápido y las estaciones se rigen por las hojas de los árboles delante del portal. La humanidad se divide en dos categorías, los que pasan por delante y los que entran en el portal: ¿a qué piso va?, 3º Izq, utilice la escalera de servicio.

De esta manera, como el pez de la pecera redonda, el portero mira al mundo, al que ve deformado por la lente de su portal, limpio y sin mancha, unos pasan otros no, sin poder llegar a comprenderlo del todo.

No hay comentarios: