jueves, 23 de abril de 2009

El origen de Kowalsky

Hace muchos años, una noche de insomnio, que entonces me sobrevenía con más frecuencia que ahora, haciendo zapping me encontré con una película de carretera de la que nunca supe el nombre, pero sí el de su protagonista.

La película había comenzado ya cuando dí con ella, y ya sabeis que en la tele española no aguantan al final y cortan antes de que aparezcan o se completen los títulos de crédito, así que nunca pude averigüar su nombre. Hace unos días y gracias a un magnífico loco, otro fanático de la película como yo, pude por fin conocer su título: "Vanishing point", dirigida en 1971 por Richard Sarafian e interpretada por Barry Newman.

Como es lógico se trata de una película de culto, una road movie, serie B que tiene legión de seguidores por todo el mundo, páginas webs que hablan de ella, votan las mejores escenas y se intercambian opiniones y chismes sobre la película. Hace unos años se hizo un "remake" con el mismo título interpretado por Viggo Mortensen, y me parece que tuvo el mismo éxito en las salas de cine que el original, aunque muchos seguidores la valoran muy positivamente y hay un activo mercado para la misma en Amazon y eBay.

La película trata de un tipo que trabaja como "car deliver", es decir un tipo que trabaja para una compañía de coches de alquiler y tiene que llevar un Dodge Challenger, musculoso y potente con su motor hemi de 8 cilindros de Denver a San Francisco. Durante el viaje se propone hacerlo en menos de 15 horas y eso desata una enorme persecución interestatal por parte de la policía que acaba en un final, que es a su vez el principio de la película.
Durante la misma vamos conociendo al conductor, un tipo con principios, independiente, capaz de arriesgarlo todo por nada, con una historia detrás, qué hace honor al nombre del coche que conduce desafiando al destino y que se llama.....Kowalski.

Si, de ahí viene el nombre. Y la fascinación por las road movies y los coches americanos legendarios como el Challenger o el Mustang, Shelby, Camaro o Charger. Y la ilusión por cruzar el desierto en coche (cosa que hice hace años en un Trans Am desde Las Vegas a Los Angeles). Y el respeto por los espíritus libres, aunque torturados, que eligen un camino por que es consecuente con ellos mismos aunque eso les genere más problemas o les enfrente a un destino trágico.

Aparte de eso, el Kowalski de la película no tiene mucho que ver con el Kowalsky de este blog. Realmente sus personajes y las vidas que representan son muy diferentes. Su forma de pensar, las cosas que les preocupan son otras. Incluso la caligrafía de su nombre, que yo interpreté con un "Y" griega que no se corresponde, son diferentes.
Aún así estoy encantado de haberles reencontrado, de haber cruzado de nuevo las vidas de ambos Kowalskies. La suerte e internet me hizo toparme electrónicamente con Galgo, un maravilloso chiflado chileno que, según confiesa, ve la película una vez al mes. Hace poco cumplió su sueño y al volante de un Camaro recorrió el mismo camino y por las mismas carreteras que Kowalski hasta el fatídico punto cerca de Cisco, Utah dónde todo empieza y acaba. Luego lo ha contado en un blog de forofos chilenos del Camaro (Kowalski Route):


El mundo está lleno de gente que tiene sueños. Algunos los cumplen y otros se estrellan contra una barrera de bulldozers. Pero lo más importante es lo que te ha llevado hasta allí, lo que te ha hecho creer y seguir adelante. Por suerte en el mundo hay muchos como Kowalski a los que Kowalsky rinde tributo.

P.D. Ya he encargado en Amazon.com mi copia de Vanishing Point

jueves, 16 de abril de 2009

Toros bravos



Llega la primavera. En este año está más en el calendario que en el ambiente, pero llega. El sol calienta, los días son mas largos y las plantas se llenan de brotes y hojas y flores y colores.
Se nota la primavera en la gente, las ropas, la vida en la calle, las alergias y un cierto runrun de actividad, de alegría, premonitorio de una estación de vida.

También se nota la primavera en la dehesa dónde el toro bravo reina majestuoso y solitario. Nadie le hace sombra durante sus años de libertad y pasto.

Ya nadie llama piel de toro a España. Parece que muchos se avergüenzan del toro y la tradición e historia compartidas con este magnífico animal, con esta especia única que es el toro bravo o el toro de lidia. Queremos alejarnos tanto de los tópicos del pasado ("España y pandereta", "sol y toros", "español y torero") que ya no queremos reconocernos en este animal icónico de nuestro paisaje, de nuestra tradición y folclore, de nuestra esencia.

El toro bravo en su comportamiento refleja muchas de los elementos del más rancio carácter español. Independiente, a veces huraño, a veces pendenciero. Alguno, manso, rehuye la lucha, pero los mas se enfrentan y pelean, aún sin posibilidad de triunfo, sin mesura de sus posibilidades, hasta el final. Muchas veces mira desde la distancia y se aleja, sin interés por lo que pase al otro lado de la cerca o de la charca. Se acerca a las hembras con orgullo y prepotencia, pero luego se va sólo y no forma manada. Prefiere las horas tardías para recorrer sus territorios, la luna llena le embruja, mientras durante el día se protege a la sombra de las encinas o al cobijo de los oteros.

El toro llena nuestro imaginario, nuestro cancionero e incluso nuestras carreteras, gracias a la creatividad publicitaria.
El toro es también fuente de riqueza y de empleo. Ganaderos y criadores, pastores y vaqueros, veterinarios, agrónomos, transportistas, ojeadores, empresarios de plazas de pueblo y ciudad, toreros y apoderados, caballistas y picadores, acomodadores y hasta reventas viven y prosperan gracias al toro.

Cientos de miles de hectáreas de dehesa existen y conservan el complejo y delicado ecosistema de la dehesa ibérica gracias al toro. La fauna y flora prospera bajo el imperio del toro, que sin este animal hace tiempo que se hubiera dedicado a otros usos agronómicos con un impacto mayor en la transformacion del paisaje.
No entiendo a los conservacionistas que se rasgan las vestiduras por la muerte del toro en la plaza y no dedican un segundo a pensar en los beneficios ecológicos que reporta. Un toro bravo tarda 5 años en alcanzar un pesode 500 kg, lo mismo que un ternero charoles en 6 meses. Criar un toro bravo sólo se justifica por la lidia y sin ella hace tiempo que esta magnífica especie hubiera
desaparecido.
Ya llega la primavera y ardo ya en deseos de rendir mi homenaje y mi tributo a este animal cuando luche y muera en la plaza.



domingo, 12 de abril de 2009

No conducirás por mi

Siempre que realizo un viaje en coche por España, especialmente si coincide con alguna fecha propicia a los desplazamientos masivos, no puedo por menos que pensar en el señor Pere Navarro, Director General de Tráfico. En esta ocasión, recién llegado de un viaje por carretera desde la Costa del Sol, no sólo me he acordado de él, sino que he decidido reflejar mis pensamientos por escrito.

El señor Navarro es sin duda un hombre bienintencionado, que fervientemente desea mejorar la seguridad vial y reducir la sangría de vidas que produce el intenso tráfico de nuestras carreteras. Y fervor no es palabra elegida al azar, sino que refleja su enfoque fundamentalista, integrista se decía antes, radical y fanático. En su imaginario del tráfico existe una causa única y fundamental del problema que es el conductor.

El Sr Navarro no hace sino aplicar, con esmero y mas dedicacón que otros colegas suyos de Gobierno, todo hay que decirlo, un enfoque ideologizado del transporte, que busca la colectivización del transporte, la reducción del transporte individual y privado con medidas disuasorias tanto de comunicación y creación de estado de opinion, como de mínima inversión en infraestructuras viarias, la potenciación de otros medios de transporte (bueno en realidad este Gobierno tan parco en ideas sólo habla del AVE), la desincentivación sistemática de la industria automovilistica y motera (mediante una abusiva fiscalidad para los coches de mayor innovación tecnológica y valor añadido y la cancelación por no actualización del plan Renove para la renovación del parque de vehículos) y del uso responsable de vehiculos.

Las medidas estrellas del Sr Navarro en su area de influencia obedecen a esa filosofía en todo punto. De entrada su eslogan: No podemos conducir por ti, ya lo dice todo. Tú, pobre conductor, eres pecador y lo harás mal, por ignorancia o malas intenciones. Si pudiera, el Sr Navarro y sus colegas conducirían por ti, igual que te dicen lo que tienes que pensar, pero como no pueden te vigilan con camaras y radares. Y te mandan otros mensajes que te responsabilizan de los accidentes de carretera (66 muertos en la Semana Santa pasada, decían todos los carteles luminosos de las principales carreteras españolas, como si todos y cada uno de los conductores que pasaban por allí tuvieran que ser recordados de su culpa).

Las medidas preventivas del Sr Navarro también muestran su filosofía de trabajo. Dos ejemplos. Antes del inicio de la Semana Santa presentó su plan de acción para el previsto desplazamiento masivo y advirtió a los conductores que los radares y camaras estarían vigilantes para que "los conductores no sientan que tienen impunidad". Literal. El mensaje es claro: si no te vigilo delinques!

En visperas del Jueves Santo su mensaje a los pesados conductores fue: escalonen las salidas, uniendo a la visión totalitaria y centralista del mensaje (si pudiera el Sr Navarro no solo conduciria por nosotros sino que nos diría a qué hora tenemos que salir) una afrenta al lenguaje: como me voy a escalonar a mi mismo o mis salidas.

Repito, no critico sus intenciones últimas: mayor seguridad en el transporte por carretera, pero si sus metodos y sus formas. No voy a dejar de reconocer que el número de víctimas está bajando, de lo cual me alegro enormemente. Pero sería simplista achacarlo exclusivamente a los planes del Sr Navarro, si bien no se puede despreciar el miedo y la coacción como elementos modificadores de la conducta. Por otro lado dudo que los cambios de comportamiento inducidos de esta manera sean permanentes.

Mientras tanto siguen las carreteras con baches y badenes, malas señalizaciones, carreteras con capacidad insuficiente, mala iluminación nocturna, curvas contraperaltadas en todas las nacionales, menos kilómetros de autopista que cualquier otro país europeo, multitud de pueblos sin circunvalación, un parque de vehiculos muy veterano, casi nula educación vial en los colegios, etc, etc, etc...

Sr Navarro, me la voy a seguir jugando. No conducirán por mi.