martes, 31 de mayo de 2011

Hora de despertar - Artículo de Antonio Muñoz Molina


Imprescindible.


(Artículo publicado en el blog de Antonio Muñoz Molina el 20 de mayo de 2011)

Hora de despertar

He pensado desde hace muchos años, y lo he escrito de vez en cuando, que España vivía en un estado de irrealidad parcial, incluso de delirio, sobre todo en la esfera pública, pero no solo en ella. Un delirio inducido por la clase política, alimentado por los medios, consentido por la ciudadanía, que aceptaba sin mucha dificultad la irrelevancia a cambio del halago, casi siempre de tipo identitario o festivo, o una mezcla de los dos. La broma empezó en los ochenta, cuando de la noche a la mañana nos hicimos modernos y amnésicos y el gobierno nos decía que España estaba de moda en el mundo, y Tierno Galván -¡Tierno Galván!- empezó la demagogia del político campechano y majete proclamando en las fiestas de San Isidro de Madrid aquello de “¡ El que no esté colocao que se coloque, y al loro!” Tierno Galván, que miró sonriente para otro lado, siendo alcalde, cuando un concejal le trajo pruebas de los primeros indicios de la infección que no ha dejado de agravarse con los años, la corrupción municipal que volvía cómplices a empresarios y a políticos.

Por un azar de la vida me encontré en la Expo de Sevilla en 1992 la noche de su clausura: en una terraza de no sé qué pabellón, entre una multitud de políticos y prebostes de diversa índole que comían gratis jamón de pata negra mientras estallaban en el horizonte los fuegos artificiales de la clausura. Era un símbolo tan demasiado evidente que ni siquiera servía para hacer literatura. Era la época de los grandes acontecimientos y no de los pequeños logros diarios, del despliegue obsceno de lujo y no de administración austera y rigurosa, de entusiasmo obligatorio. Llevar la contraria te convertía en algo peor que un reaccionario: en un malasombra. En esos años yo escribía una columna semanal en El País de Andalucía, cuando lo dirigía mi querida Soledad Gallego, a quien tuve la alegría grande de encontrar en Buenos Aires la semana pasada. Escribía denunciando el folklorismo obligatorio, el narcisismo de la identidad, el abandono de la enseñanza pública, el disparate de un televisión pagada con el dinero de todos en la que aparecían con frecuencia adivinos y brujas, la manía de los grandes gestos, las inauguraciones, las conmemoraciones, el despilfarro en lo superfluo y la mezquindad en lo necesario. Recuerdo un artículo en el que ironizaba sobre un curso de espíritu rociero para maestros que organizó ese año la Junta de Andalucía: hubo quien escribió al periódico llamándome traidor a mi tierra; hubo una carta colectiva de no sé cuantos ofendidos por mi artículo, entre ellos, por cierto, un obispo. Recuerdo un concejal que me acusaba de “criminalizar a los jóvenes” por sugerir que tal vez el fomento del alcoholismo colectivo no debiera estar entre las prioridades de una institución pública, después de una fiesta de la Cruz en Granada que duró más de una semana y que dejó media ciudad anegada en basuras.

El orgullo vacuo del ser ha dejado en segundo plano la dificultad y la satisfacción del hacer. Es algo que viene de antiguo, concretamente de la época de la Contrarreforma, cuando lo importante en la España inquisitorial consistía en mostrar que se era algo, a machamartillo, sin mezcla, sin sombra de duda; mostrar, sobre todo, que no se era: que no se era judío, o morisco, o hereje. Que esa obcecación en la pureza de sangre convertida en identidad colectiva haya sido la base de una gran parte de los discursos políticos ha sido para mí una de las grandes sorpresas de la democracia en España. Ser andaluz, ser vasco, ser canario, ser de donde sea, ser lo que sea, de nacimiento, para siempre, sin fisuras: ser de izquierdas, ser de derechas, ser católico, ser del Madrid, ser gay, ser de la cofradía de la Macarena, ser machote, ser joven. La omipresencia del ser cortocircuita de antemano cualquier debate: me critiacan no porque soy corrupto, sino porque soy valenciano; si dices algo en contra de mí no es porque tengas argumentos, sino porque eres de izquierdas, o porque eres de derechas, o porque eres de fuera; quien denuncia el maltrato de un animal en una fiesta bárbara está ofendiendo a los extremeños, o a los de Zamora,o de donde sea; si te parece mal que el gobierno de Galicia gaste no sé cuántos miles de millones de euros en un edificio faraónico es que eres un rojo; si te escandalizas de que España gaste más de 20 millones de euros en la célebre cúpula de Barceló en Ginebra es que eres de derechas, o que estás en contra del arte moderno; si te alarman los informes reiterados sobre el fracaso escolar en España es que tiene nostalgia de la educación franquista.

He visto a alcaldes y a autoridades autonómicas españolas de todos los colores tirar cantidades inmensas de dinero público viniendo a Nueva York en presuntos viajes promocionales que solo tienen eco en los informativos de sus comarcas, municipios o comunidades respectivas, ya que en el séquito suelen o solían venir periodistas, jefes de prensa, hasta sindicalistas. Los he visto alquilar uno de los salones más caros del Waldorf Astoria para “presentar” un premio de poesía. Presentar no se sabe a quién, porque entre el público solo estaban ellos, sus familiares más próximos y unos cuantos españoles de los que viven aquí. Cuando era director del Cervantes el jefe de protocolo de un jerarca autonómico me llamó para exigirme que saliera a recibir a su señoría a la puerta del edificio cuando él llegara en el coche oficial. Preferí esperarlo en el patio, que se estaba más fresco. Entró rodeado por un séquito que atascaba los pasillos del centro y cuando yo empezaba a explicarle algo tuvo a bien ponerse a hablar por el móvil y dejarnos a todos, al séquito y a mí, esperando durante varios minutos. “Era Plácido”, dijo, “que viene a sumarse a nuestro proyecto”. El proyecto en cuestión calculo que tardará un siglo en terminar de pagarse.

Lo que yo me preguntaba, y lo que preguntaba cada vez que veía a un economista, era cómo un país de mediana importancia podía permitirse tantos lujos. Y me preguntaba y me pregunto por qué la ciudadanía ha aceptado con tanta indiferencia tantos abusos, durante tanto tiempo. Por eso creo que el despertar forzoso al que parece que al fin estamos llegando ha de tener una parte de rebeldía práctica y otra de autocrítica. Rebeldía práctica para ponernos de acuerdo en hacer juntos un cierto número de cosas y no solo para enfatizar lo que ya somos, o lo que nos han dicho o imaginamos que somos: que haya listas abiertas y limitación de mandatos, que la administración sea austera, profesional y transparente, que se prescinda de lo superfluo para salvar lo imprescindible en los tiempos que vienen, que se debata con claridad el modelo educativo y el modelo productivo que nuestro país necesita para ser viable y para ser justo, que las mejoras graduales y en profundidad surgidas del consenso democrático estén siempre por encima de los gestos enfáticos, de los centenarios y los monumentos firmados por vedettes internacionales de la arquitectura.

Y autocrítica, insisto, para no ceder más al halago, para reflexionar sobre lo que cada uno puede hacer en su propio ámbito y quizás no hace con el empeño con que debiera: el profesor enseñar, el estudiante estudiar haciéndose responsable del privilegio que es la educación pública, el tan solo un poco enfermo no presentarse en urgencias, el periodista comprobando un dato o un nombre por segunda vez antes de escribirlos, el padre o la madre responsabilizándose de los buenos modales de su hijo, cada uno a lo suyo, en lo suyo, por fin ciudadanos y adultos, no adolescentes perpetuos, entre el letargo y la queja, miembros de una comunidad política sólida y abierta y no de una tribu ancestral: ciudadanos justos y benéficos, como decía tan cándidamente, tan conmovedoramente, la Constitución de 1812, trabajadores de todas clases, como decía la de 1931.

Lo más raro es que el espejismo haya durado tanto.

jueves, 26 de mayo de 2011

American psique

Este ensayo es altamente recomendable.



Todos los que hemos vivido y convivido con EEUU y sus gentes, que hemos trabajado, estudiado, compartido parte de nuestra vida allí nos sentimos tremendamente frustrados con las erróneas percepciones que se tienen en España respecto a los EEUU, sus insituciones y sus ciudadanos. Incluso gente preparada y que ha viajado allí sigue mostrando una visión del país basada en tópicos y lugares comunes que no se corresponden con la realidad.

EEUU es un país tan grande que no admite una sóla definición, no cabe en el concepto de país que tenemos en Europa. Las diferencias son multivariables, no basta con separar la costa Este ("más europea", según el tópico), del mid west ("la América profunda" según el mismo tópico) de la California ejemplo de modernidad, progreso y tecnología. Todo esto, teniendo un trasfondo de verdad se complica enormement con la diversidad étnica, religiosa, cultural, económica y social, de forma que podemos encontrar esa América profunda en el corazón de Los Angeles, espacios y comunidades de creación y pensamiento liberal en Iowa y el más recalcitrante integrismo religioso en Manhattan. Y muchísimo más.

http://www.loquenoexiste.es/fichatecnicaamerican.pdf

La publicación de este ensayo, escrito por un madrileño residente en Washington y que sufre la misma frustración que he descrito sobre las diferentes percepciones a ambos lados del Atlántico trata de acortar esa tremenda distancia en el entendimiento y visión que desde España (y Francia, Bélgica, Alemania....Europa) tenemos de los USA.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Brink: el abismo relativo (o no)

Se acaba de lanzar un nuevo juego para consola llamado Brink: "un emocionante disparador en primera persona" , es decir un juego dónde el objetivo es disparar a todo lo que se mueve y obtener puntos y premios por tu eficacia "cómo disparador, más dinámico, fluido e intuitivo", como dice la literatura de su página web.

Curiosa jerga para describir un juego de rol en el que te conviertes en un asesino despiadado con contexto.



En entradas anteriores de este mismo blog me he referido a esta estética de los juegos:


http://enlamentedekowalsky.blogspot.com/2008/11/terror-game-1108.html

Juegos dónde puedes entrenarte o imaginarte como Jag, Metcal, Bolt, Knicker u otro nombre similar y disparar a matar sin remordimiento.En Brink "El avanzado sistema de personalización de personajes (...) ofrece una combinación prácticamente ilimitada de aspectos para tu personaje. Desde ropa y accesorios hasta tipo de cuerpo y pack de voz: todo esto hará que tu personaje no sea un simple héroe estándar", quién quiere serlo? un simple héroe estándar me refiero.

Mejor aún, en Brink puedes elegir el bando en el que quieres militar sin necesidad de preocuparte si es el correcto o no. Cómo dice su guionista principal y estrella emergente en el techmundo de los videojuegos, ninguna facción puede estar segura de que hace el Bien o el Mal. "Y por qué no? La elección entre el Bien y el Mal no es una elección en absoluto y desde el punto de vista dramático es inerte".

Mundo perfecto: puedo ser quien quiera, elegir mi aspecto, mi voz, matar a quien me parezca y no tengo que optar por una opción moral.

Puedo ser Jag, Metcal, Bolt, Knicker u otro nombre similar y hoy jugar en El Arca de Brink y mañana desembarcar disparando en el puerto de Bombay o pulverizar toxinas en el metro de Tokio. Total, elegir otra cosa es igual de inerte o irrelevante desde el punto de vista moral.

Todo es relativo, todo es discutible y discutido, cristal con qué se mire. Los principios sólo significan el origen, pero no están ahí para ser mantenidos. Si no le gustan tengo otros, como decía Groucho (qué gran visionario y precursor).

Y esto no es una tendencia social marginal. Esto no es una filosofía de cómic adaptada a un videojuego por un friki de pelo verde en un garage de la costa oeste. Esta corriente está perfectamente alineada con el pensamiento central de la nueva izquierda en occidente, dónde a falta de Marx, adoptamos a Groucho. Nuestro inmarcesible líder es su representante en España, creador del pensamiento buenista, que considera bueno todo aquello que cuestiona principios que han permitido el desarrollo y evolución de la sociedad actual: España es un concepto discutido y discutible, el concepto de familia tradicional está en revisión, las instituciones se respetan o no, la autoridad no tiene que ser aceptada aunque sea legítima, la justicia es cuestionable y las sentencias se cumplen o no.

Es curioso comprobar como un videojuego violento y el buenismo oficial tengan tanto en común: el relativismo moral que les inspira.

jueves, 19 de mayo de 2011

Señora Azul

C.R.A.G = Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán

Crosby, Still, Nash & Young en versión española. Pop rock acústico y vocal, con letras que hablan de señoras criticonas, vividores irredentos, amores imposibles, ensoñaciones lúdicas y lienzos inacabables.

Corría el año 1974 cuando publicaron su primer disco. Años complicados dónde no había espacio para una estética musical que no bebiera en las fuentes melódicas del folclore tradicional o apuntara maneras y modos de cantautor comprometido.

Luego más tarde, se vieron desbordados por la nueva ola, la movida que no dejo hueco a su música más compleja, ni a sus letras más maduras.

Para mi son recuerdos iniciáticos, en largas noches de estudio pegado a la radio, navegando la montaña rusa de los arrebatos emocionales de Juan de Pablos, deshojando día sí y noche también su Flor de Pasión...France Gall, Adriano Celentano, La ragazza di Liverpool per Tony Renis, Pouppe de Cire Pouppe de Son, Tous les Garçons et les Filles, Solo Pienso En Ti...

El disco Señora Azul, su primer y sin duda mejor trabajo desapareció de las tiendas y fue descatalogado dentro del declive y cuasi-desaparición del sello Hispavox.



Así que durante años la única forma de escuchar sus canciones era a través de las lánguidas veladas del programa de Radio 3 y su apasionado y bipolar presentador, que tan pronto nos agitaba con un rockabilly que te tiraba de la silla, como te hundía en una ensimismación romántica y depresiva, siempre melancólica e inevitable.

Hace 10 años, un día encontré una página web que vendía el disco, aparentemente nuevo. Ilusionado lo encargué sólo para leer unas semanas más tarde en un titular de periódico como la policía había desmantelado el chiringuito y se esfumó la oportunidad de volver a escucharlo, despareciendo de nuevo en el éter junto con las canciones imposibles de aprehender de Chubby Checker, Ornella Vanoni, Françoise Hardy...

Luego descubrí una versión rotunda y desgarrada de la canción estrella del disco, Solo Pienso En Ti, cantada por el añorado Enrique Urquijo y Los Problemas. Fue un buen consuelo, sentido homenaje de un cantante desaparecido a una banda que ya no existe.

Después un día hace poco, entré por casualidad en una tienda de discos, la tienda de discos, la de siempre, que había estado oculta durante estos años, escondida tras la jungla virtual de musica digital, mp3 y ipods, una tienda de vinilos de los de antes.
Timidamente entré y pregunté, sin esperanza por el disco al barbudo encargado quien, con un gesto aburrido me señalo un cajón del fondo dónde para mi sorpresa languidecía una copia virgen de Señora Azul!

Desde entonces lo escucho sin parar y he reverdecido emociones como sólo las canciones que hace mucho tiempo que no escuchas pueden hacer, recuerdos de momentos frágiles y breves, en una noche callada mientras emborronas cuartillas con problemas de álgebra y te maldices porque tu chica, real o imaginaria, ha salido con otros...Solo Pienso En Tí.

Carrusel, El Vividor, Supremo Director, Buscando una Solución...canción a canción, letra a letra me recuerdan un mundo ya pasado, casi siempre en el olvido que vuelve por oleadas, cortas, intensas, que desparraman sensaciones e ideas, nombres e imagenes, caras y olores de hace mucho tiempo y, como siempre cuando miras para atrás, imaginan mundos que podían haber sido pero no han sido.

Me pongo a pintarte y no lo consigo.
Después de estudiarte lentamente,
termino pensando
qué faltan sobre mi paleta
colores intensos que reflejen tu rara belleza.
No puedo captar tu sonrisa, plasmar tu mirada
pero poco a poco
solo pienso en ti, solo pienso en ti

Sólo Pienso En Ti (Rodrigo García)

martes, 17 de mayo de 2011

Publicidad y política

O Sra Rushmore y Tomás Gómez!

El PSOE de Madrid, o al menos la candidatura de Tomás Gómez a la Comunidad de Madrid ha utilizado los servicios de Sra. Rushmore para diseñar su estrategia de comunicación en las elecciones.

Sra Rushmore es una de las primeras agencias españolas en cuanto a creatividad y no vamos a descubrir ahora sus talentos y sus logros. Como buena agencia de publicidad ha tratado de traducir la esencia del producto que quiere vender a su público objetivo utilizando lo mejor de la práctica y método publicitario.



Sus creativos habrán estudiado el briefing aportado por el equipo del candidato, los objetivos, las encuestas demoscópicas, los estudios demográficos y sociológicos, el programa electoral, los mensajes y estrategias de los competidores y han concluido en una estrategia de comunicación que se manifiesta a través de la imagen, de los formatos de comunicación, de los mensajes de posicionamiento, de los sloganes....Habrán trabajado con los expertos en medios y otras plataformas de comunicación y han desarrollado también una estrategia capilar de presencia en todos los medios y formatos al alcance: desde las tradicionales prensa, radio y tv hasta las redes sociales más micro y más macro, mobiliario urbano y hasta mobiliario virtual.

Hasta ahí nada que objetar. La publicidad traduce la esencia de un producto a sus consumidores potenciales. Aporta información, comfort, reconocimiento, seguridad al consumidor. La publicidad acerca y traslada en razón y emoción los beneficios de un producto.

Pero nada es sin producto.

Y ese es el problema que los mejores creativos de Sra Rushmore no pueden solucionar: la falta de producto.

Y en este caso eso es muy evidente.

Así, los mensajes son perfectos y medidos, dirigidos a la diana buscada, tratan de apelar a unas necesidades no cubiertas por sus competidores, insatisfacciones o percepciones que sin duda existen y laten en la sociedad. Pero no relacionan con el producto, los mensajes flotan en el vacío, perfectos medidos, pero no tienen soporte con la trayectoria, la experiencia, la realidad del candidato. El producto no es, es mentira. Nada de lo que dice, comunica, expresa sin salirse del guión de agencia está imbricado con una trayectoria vital, con un planteamiento filosófico, con una consistencia ideológica. Son mensajes envoltorio de nada. Perfectos envoltorios de una nada completa.

Cuando la comunicación de un candidato se le encarga a una agencia de publicidad, en vez de a un experto en comunicacion política ya nos envian un mensaje: el producto es envoltorio, no contenido.

Coda: no es ideológico, ni indica intención de voto a un partido determinado. A éste no me lo creo. A Lissavetzky le votaré o no. Pero me lo creo. Mismo envoltorio, distinto contenido.

sábado, 14 de mayo de 2011

Wikileaks, wikicheeks

No le viene mal el apelativo, ya que un poco jetas ya me parece que son estos chicos que primero se aprovechan del nombre de la enciclopedia universal en línea y luego se aprovechan de los secretos de otros.

Ya podían llamarse wikiporteras, por que viven de lo que le pasa o creen que le pasa a los otros, a los vecinos, y se afanan por leer en todo lo que éstos hacen, dicen, ocultan, secretos inconfesables. Hasta rebuscan en la basura, porque antes de Grissom ya se sabía que, mira lo que tiras y te diré qué has comido, leído, vestido

Ya podían llamarse wikicotillas, de la prensa morada o negra, que publican lo que los otros quieren guardar secreto y pagan a toca silbatos, soplones, chivatos, paparazzis de los amigos de los famosos menos famosos, de las celebrities secretas, para que les cuenten rumores, murmuraciones, suposiciones, cartas o fotos robadas.

Pero también podían llamarse wikichaqueteros, porque en casa del wikiherrero, cuchillo de palo, mirad el titular:

Wikileaks amenaza a sus colaboradores con fuertes sanciones millonarias
(Diario El Mundo, 13-5-2011)


Colaboradores de la plataforma Wikileaks deben comprometerse a mantener un estricto silencio, y en caso de vulnerarlo, tienen que enfrentar una multa de 12 millones de libras (unos 13,65 millones de euros), según medios británicos.

Así que vale saltarse la confidencialidad de los otros, incluso aunque eso genere un problema de seguridad o de relaciones entre estados. Vale con montarse un negocio que se basa en fomentar la filtración interesada de secretos oficiales. Pero eso de filtrar secretos propios, eso no, el Sr Assange, no lo consiente. No vaya a ser que le demanden de nuevo por causa de sus impulsivas pasiones. O por sobornar a empleados bancarios para que traicionen a sus clientes. O a soldaditos de papel, o a secretarios que traicionan su nombre.

Mejor les va wikigoteras, y Assange igual se podía llamar Otilio y en vez de suecos o hacérselo, mudarse a la Rue del Percebe, vecinos de la TIA, y filtar los secretos de los agentes Mortadelo y Filemón, que ahí sí que hay secretos. Porque a ver, cómo es capaz Mortadelo de gastarse tanto en disfraces con el recorte del presupuesto!