lunes, 28 de diciembre de 2009

Prohibido....todo!

En una pequeña ciudad de Alemania


Curiosa señal, más que de tráfico, de los tiempos actuales dónde casi todo está prohibido o limitado.

Todavía no he sido capaz de entender el mensaje, no he dado con la piedra de Rosetta que me desvele este jerogífico. A no ser que lo quiera decir es lo que representa: prohibido caminar, prohibido jugar, prohibido circular, prohibido habitar! ...y entonces entiendo menos.

Por cierto, ya sabéis que lo de prohibir es contagioso y no hay político o gobernante que se resista a un buen decreto prohibiendo algo. Ya he visto esta señal en una pequeña ciudad de España.

Atentos, que vienen, ya están aquí.

domingo, 20 de diciembre de 2009

¿Cambio climático?

El cambio climático se ha convertido en un nuevo mantra que todo lo explica y justifica. Tanto se habla de él, tantos comentan sobre su inevitabilidad que ya se ha convertido en una verdad incuestionable, un dogma de fe que no se discute bajo pena de santa excomunión de la religión del buenismo y expulsión del paraíso de lo políticamente correcto, de las verdades absolutas oficiales.

El calentamiento global no tiene propiedad intelectual, es de dominio público y por tanto, cualquiera puede hablar sobre ello y asociar la última helada, el ultimo calor, la última tormenta al cambio climático y quedarse tan ancho, ya que no obliga a nada, no hay que rendir cuentas ante nadie ni dar explicaciones o justificaciones.

No importa que los datos sobre los que se sustenta la teoría, pues de eso se trata, de una teoría aún, ya que no existe demostración inequívoca, no importa decíamos, que los datos, aún ingentes, no sean lo suficientemente sólidos como para no ser discutidos. Estamos hablando del planeta, del conjunto de la atmósfera y las magnitudes se nos escapan. Los datos sobre los que se trabaja son:

a) aquéllos de los que se dispone, es decir, no se trata de datos que han sido recogidos ex-profeso para demostrar o sustentar una teoría o un experimento.

b) insuficientes, apenas un sondeo en la inmensidad de la atmósfera y el tiempo del planeta.

c) y sólo atienden a una variable, relacionando el incremento de temperatura con el nivel de CO2 en la atmósfera

No obstante la teoría se acepta y se convierte en realidad. Los científicos críticos se silencian, simplemente no dándoles lugar en las publicaciones o foros de discusión. No hay debate. Los funcionarios y los políticos sustituyen discusión de la ciencia por reglamentos y estrategias. El calentamiento global se convierte en asunto de economistas. Qué coste tendrá, qué impacto en tal o cuál sector, en tal o cuál país. Se llega a trazar un gráfico que correlaciona el incremento de la temperatura con el dinero invertido en controlar las emisiones de CO2: si Obama invierte 1 Billón la temperatura subirá un grado y medio, si China compromete 2 Billones la temperatura bajará 0,7 grados.

Así que ya podemos criminalizar y poner cara a los responsables del calentamiento global. Bush era uno de ellos, y ahora lo será Obama y los chinos. No los Europeos, no, encabezados por nuestro ínclito presidente de gobierno, que están muy comprometidos y comprometen lo que no tienen y no pueden controlar en unos objetivos irreales y fuera de razón.

Claro que a problema planetario, líderes planetarios, reunión plantaria, confluencia cósmica, ya predicho por Pajín, exceso verbal, exceso cósmico, cebando la nueva industria (in)sostenible, el mercado mundial del cambio climático, con sus propios gurús y Al Gore su profeta, su bolsa de derechos de CO2, sus agentes y funcionarios, sus comisiones y reglamentos, sus multinacionales y sus detractores. Este mercado va a consumir el 1% del PIB mundial al año, va a generar un PIB de trillones en los próximos años con la misión de evitar que el planeta se caliente 1 grado, dentro de 50 años!



Pero quizá el efecto más perverso de la teoría del cambio climático no es el mal uso de los recursos económicos del mundo, sino que aleja la conciencia medioambiental del ciudadano. La cosa funciona más o menos así:

"El deterioro medioambiental del planeta es debido al aumento de las temperaturas globales, no consecuencia de nuestras acciones individuales, y por tanto algo que sólo se puede controlar con la adopción de medidas a nivel mundial, gastando presupuestos billonarios y contando con el liderazgo de personajes de escala planetaria como los ya nombrados. Yo, Juan Perez, o John Doe, no podemos hacer nada, solamente confiar en nuestros inspirados dirigentes y esperar que con su acierto nuestras generaciones futuras puedan disfrutar de este planeta. Así que mientras tanto sigo viviendo como antes."

"Está bien, compraré bombillas y electrodomésticos de bajo consumo, algo que haría en cualquier caso: una de las consecuencias del desarrollo tecnológico. Efectivamente, en la compra de mi nuevo vehículo miraré el consumo y sus emisiones de CO2, mitad por la crisis y el coste cada vez más alto de la gasolina (debido a los impuestos necesarios para subvencionar las bombillas de bajo consumo), mitad porque desde Henry Ford III los coches cada vez consumen y contaminan menos a pesar de sus cada vez mejores prestaciones."

"Pero en lo esencial seguiré viviendo de la misma manera. Seguiré tirando las bolsas de plástico indiscriminadamente, reciclando sólo lo imprescindible, comprando productos, tóxicos más que contaminantes, en las tiendas de los chinos, tirando la colilla por la ventanilla etc...etc..."

"No importa estoy tranquilo, nuestros líderes velan por nosotros, la luz en La Moncloa nunca se apaga y ellos saben lo que hacen. Vale, es verdad que han dejado secar La Tablas de Daimiel cuando se podía haber evitado con un pequeño trasvase, pero seguro que en lo del calentamiento climático, o cambio global o lo que sea, seguro que aciertan."

Y si no aciertan, ni ellos ni nosotros lo vamos a poder saber, y ahí está la gran burla, la gran trampa. Aquí no hay posibilidad de perder. Si apuestas por el cambio climático no te equivocas. Si por azar aciertan con sus predicciones y la temperatura del planeta se mantiene próxima al objetivo, bingo! los grandes líderes una vez más salvaron al planeta.

Si, como es previsible no se alcanzan los objetivos de control de la temperatura global...dentro de 50 o 75 años, no estaremos, ni estarán allí para comprobarlo.

Así que apúntate al cambio climático global, como dicen los americanos, es un win, win.

jueves, 10 de diciembre de 2009

¿Dónde está la guerra?

Lo siento. Lamentablemente esto no es el inicio de otra broma de Gila sobre la guerra. La pregunta tiene que ver con estos trágicos números:

Desde el inicio del mes de octubre de este año los muertos civiles por ataques terroristas, normalmente bombas en lugares públicos, con participación o no de fanáticos suicidas, asciende a alrededor de 400 en Iraq, algunos menos en Afghanistan y.... ¡varios miles en Pakistán!

Según algunas fuentes, 4000 civiles, entre ellos niños, mujeres, ancianos han fallecido en Pakistán en los casi diarios atentados en bancos, plazas, comisarias, estaciones de autobuses, mezquitas etc... sólo en los últimos tres meses.

Pakistán (پاکستان en Urdu), es oficialmente la República Islámica del Pakistán, limita con India, Irán, Afganistán y China. Es el sexto país más poblado del planeta con más de 180 millones de habitantes, el 97% musulmanes. Su densidad de población es doble que la de España y la renta per cápita apenas supera los $1000.

Choudhary Rahmat Ali, fundador del Movimiento Nacional Pakistani ideó la palabra Pakistán en 1933 como un acrónimo de Punjab, Afgania (provincia del noroeste), Kashmir, Irán, Shind, Turkestán, Afganistán y Beluchistán.

Pakistán fue el centro de la civilización del valle del río Indus y posteriormente ha recibido influencias culturales védicas, persas, indo-griegas, turco-mongoles e islámicas. El área ha sido invadida a lo largo de los siglos por indo-arios, persas, griegos, árabes, turcos, afganos, mongoles, sijs y británicos.

Estos últimos crearon el país en su versión moderna al dividir su más preciada posesión, la India victoriana, entre hindús y musulmanes, dando a éstos el control sobre el gran Pakistán del que se escindiría en 1971 las provincias bengalíes para crear Bangla Desh. El trazado de la frontera entre India y Pakistán, trazado como tantas veces por los británicos sobre un mapa, todavía escuece y es fuente de tensiones permanentes entre ambos países, ya que dividió áreas geográficas que antes estaban unidas y supuso la migración masiva de musulmanes hacia el oeste e hindús hacia el este. Las provincias de Cachemira y Jumma, son todavía escenario de una guerra larvada entre las dos potencias.

Pero ese es sólo uno de los frentes militares que Pakistán tiene abiertos y que afectan no sólo a su seguridad sino al conjunto del Asia Central y del mundo entero.

Pakistán es el segundo país con mayor número de musulmanes, tras Indonesia y también es el segundo país con mayor número de shies entre ellos. Ello explica las enormes tensiones religiosas que se viven en su población, con un integrismo rampante entre la miseria y la ignorancia de amplias capas de la población.

En las escarpadas provincias del norte, que no están bajo el control del parlamento o el gobierno central, las llamadas Areas Tribales Administradas Federalmente, entre los valles y cordilleras que unen, más que separan Pakistán con Afganistán, se refugian miles de talibanes, que campan por sus respetos con el total apoyo, forzado o no, de la población local y sin ninguna posibilidad de control por parte de las autoridades pakistaníes.

Este es el vivero de los fanáticos terroristas causantes de la oleada de atentados. Allí cuentan con bases de aprovisionamiento, campos de entrenamiento, madrasas para impartir los más satánicos versos y sus mensajes de odio y destrucción. Desde allí parten hacia las grandes ciudades de Pakistán con sus cargas de muerte. Desde allí se planean ataques y sabotajes en Afganistán y seguramente en otras partes del mundo.

Desde el sur y desde el norte, Irán y China observan, en absoluto ajenos a lo que pueda pasar en las tierras del Indus.

No hay forma de que el gobierno de Pakistán pueda controlar los tres frentes. De hecho es parte culpable y utiliza uno u otro conflicto para sacar ventajas internas de política interior y externas con los potencias interesadas en la zona. Cada poco tiempo se escuchan acusaciones cruzadas entre la India y Pakistán sobre el asunto más bizarro. Son frecuentes las noticias que hablan de la posible implicación de los servicios secretos pakistaníes en el entramado talibán. El Ejército es muchas veces el inductor de los repuntes del conflicto armado en Cachemira.

Pakistán es el único país musulmán por ahora, que posee armamento nuclear.

Si hay algún punto caliente ahora mismo en la Tierra, y hay muchos, ese es Pakistán. Si hay algún lugar en el mundo dónde se puede desencadenar un conflicto regional, con implicaciones globales, nada es local ya, ese es Pakistán. Si hay algún sitio dónde se debería centrar la atención y la preocupación de los países que influyen en el mundo, es en Pakistán.

Y mientras, los telediarios hablando de sucesos. Y mientras, nuestro gobierno inventando quimeras y quitando crucifijos. Y mientras nuestros políticos haciendo política pequeña, de patio de vecindad.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Horadando el cielo

Las torres de las iglesias reflejan mucho más que el estilo arquitectónico en el que se construyen. Las torres al elevarse al cielo significan la aspiración del hombre de hablar de tú a tú con los dioses. Mirar hacia arriba implica afán de superación y de mejora, de elevación sobre una realidad casi nunca suficientemente satisfactoria.

Las torres góticas de las iglesias alemanas apuntan al cielo horadándolo. Son ambiciosas y punzantes, no se andan con remilgos, quieren llegar a lo más alto. Destacan entre la llanura y desde un recodo del camino, o desde la distancia en el valle se las ve alargadas, afiladas, inquiriendo, señalando.

Surgen en medio de la ciudad burguesa, reflejando la aspiración de mercaderes y artesanos de trascender más allá del día de mercado, de la fiesta del mes, del gobierno de los asuntos mundanos.

Rompen las nubes, abren en canal las nieblas densas y frias, las brumas del medio año que es invierno. Sirven de faro y mojón, ayudan a encontrar el camino terrenal y apuntan la dirección del camino celestial.

Son torres de filósofos y pensadores, de herejes y creyentes. La duda sólo encuentra respuesta en las alturas y hacia allí apuntan intentando penetrar el gris plomizo del cielo en busca de respuestas. La vida, aplastada por el peso del pecado, de la pena, el valle de lágrimas que cae sobre nosotros en forma de lluvia helada, encuentra su absolución en la arquitectura afilada del gótico.

En España, las torres de las iglesias son cuadradas, satisfechas con lo terrenal, no miran al cielo espiritual sino que se recrean en el suelo carnal. Sus muros lisos sirven para dar sombra más que para sostener intrincados arcos y contrafuertes que permiten llegar más alto.

En Alemania el gótico simboliza la Reforma y el desarrollo de la burguesía, y con ello de la industria y la economía. Las torres agudas alcanzan a los dioses y elevan al hombre que se convierte en el centro del universo.

En España el románico nunca muere: nos sentimos satisfechos cerca del suelo.

viernes, 4 de diciembre de 2009

The Glimpse

Hay una película protagonizada por Nicolas Cage (Family Man) en la que al protagonista se le ofrece la oportunidad de vivir una vida que hubiera sido si en vez de coger un avión a Londres hubiera decidido quedarse con su novia.

Jack Campbell, un ambicioso y egocéntrico broker de Wall Street obsesionado con su trabajo,ve cómo su vida da un vuelco una Nochebuena en la que, tras un incidente en una tienda, se despierta en Nueva Jersey convertido en un modesto vendedor de neumáticos casado con su antigua novia Kate (Téa Leoni) a la que abandonó para proseguir su imparable ascenso en el mundo de las finanzas. A esta nueva situación se va acostumbrando poco a poco hasta que llega el momento de regresar a su vida anterior, llena de lujo y soledad. Esa visión de su vida subjuntiva, que hubiera sido, le ofrece la oportunidad de cambiar su vida en presente de indicativo, la que es, reconquistando a la bella Kate, que también ha triunfado y está sola.

Lamentablemente en la vida real no tenemos esa oportunidad de rebobinar nuestra vida hasta el momento de una decisión que cambia el rumbo y nos lleva por uno u otro camino. Pero, ¿qué decisión?, ¿cúal de las infinitas decisiones que hemos tomado nos ha traído hasta aquí?, ¿qué invitación acepté, que teléfono no pedí, qué viaje nunca inicié, que oferta decliné, que avenida nunca exploré?

En el día a día nos falta ese TomTom que ante cada cambio de dirección recalcula el itinerario. Nos falta ese gigantesco árbol de decisiones que nos enfrentaría a las múltiples opciones y caminos, costes y consecuencias. No tenemos el camino trazado y no podemos vislumbrar (to glimpse, vislumbrar) los caminos alternativos.

Así que no queda otra que jugártela en cada cruce, libre albedrío, decidir con valentía y esperar lo mejor.

Claro que no estamos sólos en ese trance. Contamos con herramientas que a modo de indicadores nos ayudarán a a elegir la ruta e imaginar el resultado, el punto de llegada. Son nuestros valores, nuestras referencias, las personas y las cosas en las que creemos, para algunos, la fe. Podemos planificar en trazo grueso las grandes decisiones de nuestra vida, y fiar a nuestro instinto las pequeñas.

Pero siempre quedará la duda, la incertidumbre, ignoramos cúal será el resultado, lo que hubiera sido y no ha sido. Nuestra vida subjuntiva. Y eso hace cada día, cada decisión, cada giro mucho más interesante.