Un científico le ha dado a unos ratones un extracto de uva negra en la dieta y al final ha resultado que esos ratones han vivido un 25% más que los ratones control del experimento que comieron lo de siempre.
Ya se sabe que en investigación se utilizan ratones como paso previo a la investigación en humanos. Si los resultados en ratones se observaran también en humanos estaríamos ante un hito de tremenda magnitud en la evolución de la especie humana. Nunca antes un hecho único, aislado como éste habría contribuido tanto a aumentar la esperanza de vida de la raza humana.
Los griegos y los romanos, que no vivian mal y aprendieron antes que nadie los beneficios de la uva y sus derivados,disfrutaban de una esperanza de vida de unos 35-40 años. Durante los oscuros años de la Edad Media, ésta bajo en Europa hasta los 30 años. No es hasta mediados del siglo XIX que se vuelve a igualar la cifra de los romanos. Desde entonces, la esperanza de vida no ha dejado de aumentar hasta alreedor de los 80 años de la actualidad (datos de España).
Con la dieta de los ratones llegaríamos a los 100 años de media. Si bien esta cifra no es desconocida, sí es poco frecuente y todavía se considera algo excepcional, digno de mencionar o comentar.
La sociedad del bienestar actual en los paises desarrollados incluye como elemento esencial un sistema de pensiones y asistencia médica y social especialmente relevante en las últmas etapas de la vida. Este sistema se mantiene a duras penas por su alto coste que se sufraga con los impuestos de una población que cada vez crece menos. Si esto es así cuando en general nos jubilamos a los 65 años y nos morimos a los 80, ¿qué pasará entonces cuándo vivamos hasta los 100?
Los ratones del investigador estaban mucho más sanos y fuertes, más jóvenes, a la misma edad a la que se murieron los controles. Esto quiere decir que en el caso de los humanos llegaremos a los 65 años en tan buen estado de forma que no nos plantearemos como ahora la jubilación, el retiro, sino que desearemos seguir activos.
La cuestión no es tanto si habrá trabajo para todos en ese momento, sino si querremos seguir haciéndolo de la misma manera. Quizá nos planteemos este tiempo ganado, esta nueva etapa de una manera distinta, aprovechando para hacer cosas distintas, con otras motivaciones, objetivos y compensaciones. Aparecerá en ese caso la 4ª edad, que cronológicamente será la 3ª, entre la edad activa plena y la actual etapa de retirada.
Las características de esa cuarta tercera edad no sólo estarán a mitad de camino entre las etapas anterior y posterior sino que ofrecerá elementos nuevos y diferentes. Haremos cosas que nunca hemos hecho antes ya que tendremos energía y sabiduría a partes iguales, poderosa combinación que nos permitirá explorar nuevas fronteras, nuevos territorios.
No se si a mi me llegará pero la verdad es que me gustaría.
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