lunes, 2 de febrero de 2009

¿Para cuándo una Cuba libre?

Cuba. Su sola mención enciende nuestra imaginación y nos hace palpitar más rápido. Cuba, la isla bella, la más grande, la perla de la corona, la otra provincia a la que media España emigró y la otra la soñó, su música, su perfume, su sol, su luz, su belleza.

Cuba. Tierra de promisión y lugar de destino para tantos gallegos y canarios, vascos y asturianos, cántabros y catalanes, tantos otros que vieron allí su esperanza y su fortuna. Tantos que trabajaron y sudaron, crearon y cultivaron, fundaron y construyeron. Industriosa y fértil, la gran Antilla creció y sus hombres con ella se hicieron ricos e ilustrados.

Cuba. Tanto prosperaron y prosperó la isla que con sangre hermana se emancipó, se despegó de la otra media isla que la nutrió de hombres y sueños. Eso la hizo deseable para el vecino rubio del norte y para otros que quisieron aprovecharse de ello y corrompieron un régimen débil para su propio beneficio, sembrando odio, muerte y desprecio.

Cuba. De esas miserias surgió la esperanza. La última revolución romántica hizo soñar a los jóvenes de cuerpo y espíritu de Cuba y de medio mundo, llenó de esperanza sus corazones. Pero no duró y pronto se volvió ruin y miserable, multiplicando el odio, la muerte y destruyendo la más mínima esperanza de libertad.

Cuba. Sus mejores hombres y mujeres, que un día llegaron en busca de fortuna y de un nuevo hogar, se fueron yendo, en oleadas, poco a poco, sin pausa, sin nada. Al otro lado del mar se reagruparon para poder mirar hacia atrás de vez en cuando y volvieron a trabajar y sudar, crear y construir, soñando esta vez con volver algún día, y cuando vieron que ese sueño no se cumplía, que volvieran sus hijos, sus nietos.

Cuba. Dormida por el peso de la tiranía, vegeta y sobrevive, casi sin esperanzas. Unos pocos todavía sueñan con la libertad, pero ya no atraen a los cultos y refinados jóvenes de Europa y de América que siguen anclados en sus sueños de una revolución que nunca existió más que en sus deseos.

Cuba. ¿Para cuándo la libertad? Ya no volverán ni los hijos ni los nietos de aquellos que se fueron. Los que se quedaron, ¿tendrán fuerza y ganas de luchar, de soñar la libertad, de despertar del letargo?

Cuba. Cuándo serás otra vez la más bella, la deseada, la perla....Cuándo serás otra vez libre.

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