Ya hace tres semanas desde mi última entrada en el blog.
Y sólo han pasado tres semanas desde mi última entrada en el blog.
Los adverbios cambian el sentido de la frase, pero no pueden cambiar el sentido del tiempo que sólo marcha en una dirección, inexorable, sin paradas, sin intermitencias.
Lo que cambia es la percepción del mismo, sujeta a los vaivenes del humor, de la intensidad, de la carga de trabajo, del tiempo libre....
Tres semanas atendiendo a otros frentes hacen este blog más intermitente que nunca.
Sirva esta reflexión para recordar, recordarme, que en la mente de Kowalsky todavía hay recovecos por explorar, ideas por extraer, reflexiones por publicar.
En breve.
2 comentarios:
Me alegro de la vuelta de Kowalsky. Le echaba de menos. Su humor mordaz y esa visión sincera de la realidad siempre me han gustado. Celebro igualmente que el trabajo le haya dejado tiempo para nosotros, y lo celebro doblemente, primero porque frente a las altas cotas de desempleo el sigue luchando y conservando el suyo y porque además, tiene tiempo que dedicarnos.
"oreatide" me suena a medicina, que no te hace falta, luego igual es algún tipo de galleta con fibra.
¡Ay, el tiempo, el plato fuerte de nuestras vidas! Tiempo es lo que tenemos y lo que necesitamos, lo que anhelamos y lo que nos encanta perder, lo que se pasa volando cuando deseamos que se detenga y lo que ralentiza su paso cuando esperamos un decurso más ágil. El tiempo, el tiempo, o su escasez, son, sin duda, el plato fuerte de la vida.
Con este comentario, comprenderás que no podía ser otra la palabra que dishet.
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